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Planeación Estratégica

EL RETO DE IMPLEMENTAR LA ESTRATEGIA

Es muy importante que una organización cuente con elementos sólidos de planeación estratégica, para tener un rumbo y un punto de referencia en su proceso de toma de decisiones en su día a día (https://lukev.mx/lukev/la-vision-como-inspiracion/). Desde luego, todo ese esfuerzo y buenas ideas son totalmente insuficientes si no se “aterrizan” y se llevan a cabo; el reto de implementar la estrategia es complejo y desafiante, pero es lo que realmente hace a una organización ser lo que quiere ser.

La implementación de la planeación y de las estrategias se enfrenta a muchos y muy variados factores para poder ser exitosa: cultura organizacional, tipo de liderazgo, nuevos cambios en el entorno, aversión natural al cambio, por citar sólo algunos.

En ocasiones, para implementar unos nuevos objetivos estratégicos, la cultura organizacional puede provocar que esta implementación sea más lenta, o incluso que fracase. Por otro lado, la comunicación de una nueva misión, visión, de los objetivos, de las estrategias puede ser mas o menos eficaz, de acuerdo con el tipo de liderazgo del Director General y de su equipo directo; y ya sabemos lo importante que es el liderazgo y la comunicación en estos procesos.

En los procesos de implementación hay “gaps” o brechas entre la estrategia y lo que se va logrando, eso es normal. Hay teóricos que señalan que, en estos procesos puede ser muy común que “la cultura se coma a la estrategia”. En ocasiones es muy difícil modificar hábitos, la inercia de la organización puede llegar a ser muy “pesada” para cambiarla en el tiempo necesario. Todos estos factores nos dan una idea del reto que representa una implementación exitosa de la estrategia.

Entonces, ¿qué podemos hacer las empresas para reducir estos factores de riesgo? Algunas sugerencias para llevar a mejor puerto la implementación de una planeación y estrategia son: 

  1. Institucionalizar un proceso de rendición de cuentas;
  2. Evaluar la contribución que hacen las áreas, los equipos y las personas al logro de los objetivos estratégicos;
  3. Diseñar e implementar metas e indicadores relevantes, congruentes y consistentes para cada objetivo;
  4. Dar un seguimiento frecuente al desarrollo de estos objetivos, metas, indicadores e incluso a las acciones puntuales, necesarias para el logro de éstos.

Estas son acciones lógicas para un proceso de implementación y seguimiento a la estrategia, pero es importante contemplar que requieren del tiempo y el enfoque para que se lleven a cabo en la empresa. Es importante tener clara la responsabilidad en la empresa de quienes realizan alguna de estas acciones de seguimiento y control en la empresa. 

Cuando se avanza en el desarrollo de estas acciones, la información que se genera periódicamente puede ser mucha y de diferentes áreas de la empresa. Es importante tener claridad de la forma en que esta información se genera, se reporta, se analiza y se sintetiza, para la toma de decisiones de la alta dirección.

Las empresas pueden apoyarse en sistemas de información para este proceso. Un ejemplo de este tipo de sistemas es el sistema e-GOR, que está diseñado específicamente para estos propósitos y que ha sido probado en diversas empresas de Estados Unidos, España y Latinoamérica (http://egor.intermangroup.com). Una característica de este sistema es que funciona como un servicio (SaaS), incluyendo el acompañamiento en el seguimiento de estas variables (objetivos, metas, indicadores, acciones).

Sólo con una implementación exitosa la organización se va transformando en lo que quiere la alta dirección; un gran proceso de planeación estratégica puede quedarse sólo en datos relevantes o interesantes, si no se logra el aterrizaje a la operación de la empresa.

Demos la relevancia necesaria a este proceso de implementación y apoyemos la planeación estratégica con las herramientas adecuadas para lograr mejorar la gestión de nuestra empresa.